lunes, 26 de abril de 2010
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Mientras el mar, al norte, donde las tierras yacen congeladas, susurra la perdida de aquellos hijos que vio morir bajo el fuego del sur. Pero nuevamente Mjölnir ha vuelto a caer, abriendo el cielo, tronando con ferocidad, puesto que los hijos del rayo y del hielo, hemos vuelto, y ya ni el mas gran fuego ni la lanza más larga, lograra abatirnos, ni a nosotros ni a nuestra fe.
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